martes, 10 de julio de 2007

 

Las Calles de la Capital Minera.



El deplorable estado de las calles y veredas de la segunda región de nuestro país no guarda relación alguna con la gran cantidad de recursos económicos que genera la zona fruto de la explotación del cobre.
El denominativo”capital minera del mundo”con el cual se conoce a Antofagasta, titulo ufano y pretencioso, a raíz de ser la segunda región de este país que atrae mayor cantidad de inversión extranjera de toda Latinoamérica, no goza de buen aspecto, ya que los lugares por donde diariamente transitan peatones y automovilistas deja mucho que desear.
La precaria infraestructura peatonal y vehicular no se condice con el nivel de desarrollo económico que Antofagasta presenta al mundo, Este desarrollo económico que no se traspasa al ciudadano común, que día a día sufre las consecuencias de una pésima política redistributiva, señal evidente de la indiferencia del gobierno central respecto al cuidado y mantención de calles y veredas de la ciudades del norte.
A esto también se suma la omisión del sector privado representado en las grandes mineras que explotando nuestro principal recurso minero, el cobre, se hacen los desentendidos a la hora de recibir las jugosas utilidades que logran con el metal rojo, utilidades que rápidamente sacan del país y de las cuales, mínimo aporte queda para mejorar las redes viales y peatonales de nuestras queridas pero desatendidas ciudades, pueblos y localidades de esta región.
A modo de ejemplo: El conjunto total de empresas transnacionales del cobre hizo un escuálido aporte al país de 250 millones de dólares, mientras que sus ganancias ascendieron por sobre los 20 mil millones de dólares, ganancias que por supuesto fueron a parar a otras latitudes del planeta.
Codelco por su parte, la única empresa estatal que queda hizo un aporte de 11 mil millones de dólares al fisco, muy por encima del aporte de las transnacionales del cobre. De los aportes mencionados la región de Antofagasta solo recibió un 2,5 % a través de la redistribución del impuesto especifico a la actividad minera, impuesto aprobado por el parlamento y “con la venia de los parlamentarios locales”.
Estos mismos parlamentarios criticaron fuertemente el monto que la región recibio, pero olvidando que fueron ellos mismos los que aprobaron el presupuesto general de la nación en el parlamento, presupuesto dictado por el ministerio de hacienda y que es, en el fondo, el que asigna los recursos que cada región recibirá.
Este 2,5 % se aproxima a la suma de 6 millones de dólares a distribuir en los gastos totales de la región y, salta a la vista que son recursos insuficientes, por lo que no es de extrañar la precariedad de calles y veredas de la ciudad.
Si los parlamentarios locales realmente estuviesen interesados en el progreso y bienestar de los ciudadanos de la zona que supuestamente representan, debieran ya, en primer lugar, comenzar a defender la propiedad del principal recurso mineral que tenemos en nuestro territorio, pero que la ley que ellos mismos avalan y juraron respetar, permite que lo exploten extranjeros y sus frutos al bolsillo de norteamericanos, australianos, japoneses, canadienses, entre otros.
Invitamos a los parlamentarios a pronunciarse a favor de la Renacionalizacion del cobre y la gran minería, para que de esta forma, los recursos queden en Chile y puedan el país, el norte y sus habitantes ser beneficiados de los frutos que hoy, otros usufructuan.
Comité de Defensa y Recuperación del cobre de Antofagasta.

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